SOMOS el Ejército de Salvación

Un lugar para crecer

Historia de Raquel Flores

Su nombre es Raquel Flores, es de Santiago del Estero y participa de “Talita Cumi”, un programa de alfabetización para la comunidad.

Era semi analfabeta, porque no había terminado la primaria, pero sabía leer y escribir. Comenzó a asistir al taller de tejido y se entusiasmó mucho. Pero su historia se destaca por su experiencia de vida y su actitud.

Una vez la invitaron a participar en las actividades del Centro. Decía que iba a asistir, pero no lo hacía. Con el tiempo, confesó que iba hasta allí, pero no se animaba a entrar; se quedaba en la vereda de enfrente. Un día, la vieron parada enfrente, entonces la ayudaron a entrar. Todas la recibieron con mucho cariño. No obstante, cuando llegaba y querían saludarla con un abrazo, ponía sus brazos a los lados del cuerpo y miraba para otro lado. Podían percibir el sufrimiento y temor que sentía en esos momentos. Ella les contó que tuvo, y tiene, una vida difícil. En su familia era común la prostitución, la drogadicción y la violencia. Gracias a este programa, Raquel terminó el curso de tejido. Comenzó a crear sus propias técnicas y a buscar otras cosas para seguir superándose.

Su vida cambió al conocer a Jesús. Ahora es ella quien abraza a las demás; es parte del equipo y enseña tejido. La lucha en su casa continúa. Al no participar de las actividades complejas que realizaba en su entorno familiar, su familia quiere alejarla de la iglesia. Así y todo, asiste a las reuniones y al programa con mucha alegría y esfuerzo.

TALITA CUMI

¡Muchacha, levántate!

Hace diez años el Ejército de Salvación comenzó el programa “Talita Cumi” como respuesta a una necesidad en el barrio Tarapaya, en Santiago del Estero. Este barrio es una comunidad marginal, con una cultura promiscua, donde la drogadicción, el trabajo infantil y la violencia están presentes.

A partir de un sondeo realizado en el barrio, nos dimos cuenta de que había un alto índice de analfabetismo. Entonces, surgió la idea de emprender un programa de alfabetización. Luego se llevó a cabo un trabajo de campo importante, mediante entrevistas personales. Así fue como, con mucho entusiasmo, empezamos a enseñar a leer y a escribir a un gran grupo de personas que se animaron a venir al Centro de Alfabetización.

Con el tiempo, muchas mujeres comenzaron a acercarse para preguntar qué otras materias se enseñaban, debido a que algunas de ellas ya sabían leer y escribir, aunque en un nivel muy bajo. A raíz de esto, se empezaron a armar diferentes talleres. Gracias a un grupo de la iglesia, desde la cual nació este programa, varios voluntarios se sumaron para enseñar tejido, y corte y confección, formándose así un equipo para dictar estos talleres.

“Talita Cumi”, lo cual significa “¡Muchacha levántate!”, es un Centro de Alfabetización que desarrolla sus programas en dos barrios marginales: Tarapaya (Talita Cumi 1) y Juan Felipe Ibarra (Talita Cumi 2). Este último comenzó hace dos años, donde aprenden a leer y escribir.

Más allá de lograr el objetivo de enseñar a leer y escribir, es muy importante hacerlo de forma integral. Por eso, comenzamos cada clase con la lectura de un versículo bíblico y oramos. De esta manera, muchas mujeres traen sus peticiones de oración y tienen la oportunidad de conocer a Cristo.

Hay mucho más por hacer por quienes asisten a este programa, ya que cada una de esas mujeres tiene una historia detrás. No es fácil nuestro trabajo, ya que implica escucharlas y tratar de ayudarlas, apoyarlas, y que ellas puedan llegar a los pies de Jesús. Cada año este programa nos demanda más compromiso, más responsabilidad, más creatividad, pero podemos ver el respaldo de Dios. Hemos formado un equipo muy sólido, y antes de empezar las clases, nos capacitamos con el fin de comprender lo que es un proyecto, la alfabetización y el trabajo en equipo.

La encargada de brindar dicha capacitación y de llevar el programa adelante es Marta Estela Gómez (70 años), quien es docente jubilada, y tiene una licenciatura en gestión educativa. Trabajó durante 30 años como profesora de educación primaria y también tuvo cargos directivos. Le gusta mucho trabajar con proyectos y en equipo, porque cree que el individualismo no es productivo. En cuanto a lo personal, Marta Estela tiene siete hijos y conoció al Ejército de Salvación a través de sus padres, quienes fueron los primeros en asistir. Es miembro de la iglesia y siempre estuvo involucrada en las diferentes áreas.

Las Toxinas del hogar

Cómo deshacerse de las cosas innecesarias

Limpia, elimina y organiza: el camino hacia una vida más plena

En medio de la rutina diaria, es común que los objetos dentro de nuestra casa se vayan acumulando de manera paulatina, generando un desorden que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede afectar nuestra energía y bienestar. Este desorden no solo ocupa espacio físico, sino que también puede liberar “toxinas” emocionales y mentales que influyen negativamente en nuestra vida cotidiana.

Cuando nuestro hogar se convierte en un lugar de acumulación, ya sea de muebles viejos, ropa que no usamos, objetos rotos o recuerdos que guardamos por hábito más que por necesidad, estamos creando un ambiente pesado que puede afectar nuestra salud emocional. Por eso, es fundamental tomarnos el tiempo para depurar y ordenar nuestros espacios. El acto de soltar y desapegarnos de lo que ya no nos sirve tiene un efecto profundo: mejora nuestra salud, despierta la creatividad, fortalece nuestras relaciones y eleva nuestro estado de ánimo.

¿Por qué es importante el desapego?
El desapego no significa solo deshacerse de cosas materiales, sino también liberar cargas emocionales que llevamos asociadas a esos objetos. Para facilitar este proceso, es útil hacerte algunas preguntas que te inviten a reflexionar sobre lo que realmente necesitas conservar:

  • ¿Por qué estoy guardando esto?
  • ¿Qué siento cuando lo veo?
  • ¿Qué sentiré cuando me libere de ello?

Estas preguntas te ayudarán a tomar decisiones conscientes y a clasificar tus pertenencias en categorías claras: para donar, para tirar o para vender. Este proceso no solo despeja el espacio, sino que también despeja la mente y el corazón.

Organiza tu espacio paso a paso
Para comenzar, puedes usar cajas o contenedores que te permitan agrupar los objetos y hacer el proceso más ordenado y sencillo. Elige un lugar para empezar, como un armario, un cajón o una habitación completa, y avanza a tu propio ritmo, sin prisas ni presiones. La clave está en ser paciente y estar atento a cómo te sientes en cada etapa del proceso.

Mientras limpias y organizas tu casa, notarás un cambio en ti mismo. Al ordenar el espacio físico, también estás creando orden en tu mente y en tus emociones. Una casa limpia y organizada es mucho más que un lugar agradable para vivir: es un refugio de paz y tranquilidad que potencia tu bienestar integral.

No olvides que este proceso puede ser transformador. Al liberar lo que ya no necesitas, abres espacio para nuevas experiencias, ideas y energías positivas que enriquecerán tu vida en todos los aspectos.

Por Ayelén Rocca

Datos Curiosos

  • Llénala de luz natural
    La luz del sol es fundamental no solo para la producción de vitamina D, sino también para crear un ambiente cálido y energizante que mejora el estado de ánimo.
  • Incorpora plantas y elementos naturales
    Las plantas aportan vida y color, mientras que los materiales naturales como la madera o la piedra generan una conexión con la naturaleza, clave para la armonía.
  • Opta por la simplicidad y el orden
    Mantener los espacios limpios y organizados ayuda a reducir el estrés y hace que la casa se sienta más relajante y acogedora.
  • Elige colores suaves y neutros
    Los tonos claros, pasteles o neutros transmiten tranquilidad y permiten que los ambientes sean más luminosos y amplios.
  • Aromatiza con esencias naturales
    Velas, difusores o plantas aromáticas como la lavanda, el romero o el jazmín aportan una sensación de calma y bienestar.
  • Reserva un espacio para la meditación o la relajación
    Un rincón tranquilo con cojines, mantas y una luz tenue puede ser ideal para desconectar y recuperar energía.
  • Usa textiles cómodos y agradables al tacto
    Alfombras, cortinas y almohadones suaves invitan a la calma y hacen que la casa sea más acogedora.
  • Incorpora elementos que te hagan feliz
    Fotos, recuerdos o decoraciones que te traigan alegría y buenas sensaciones contribuyen a un ambiente positivo.
  • Ventila los ambientes diariamente
    Renovar el aire mejora la calidad del ambiente y evita que se acumule la energía negativa.
  • Mantén un ritmo de limpieza regular
    Dedicar unos minutos diarios a ordenar evita que el desorden se acumule y facilite la sensación de caos.
  • Fomenta la comunicación y el respeto entre quienes viven en la casa
    Un ambiente armonioso también depende de las relaciones personales, donde el diálogo abierto y la comprensión son esenciales.
  • Incorpora música suave y relajante
    El sonido adecuado puede transformar el ambiente y favorecer la calma.
  • Evita la sobrecarga de objetos
    Tener demasiadas cosas puede generar sensación de agobio. Menos es más para lograr armonía.
  • Usa espejos estratégicamente
    Colocar espejos puede ampliar visualmente los espacios y reflejar luz natural, mejorando el ambiente.
  • Personaliza los espacios según tus necesidades y gustos
    La armonía también nace de sentir que el espacio es realmente tuyo y refleja tu personalidad.
  • Por Ayelén Rocca

    Reflexión

    ¿Te ha pasado no sentirte contento con cómo está hoy tu vida? Puede ser que no estés conforme con tu trabajo, tus estudios, tu situación relacional con otros, y no sabés qué hacer para cambiar. A veces esperamos que sean los otros los que cambien, y como eso no sucede, seguimos en el mismo lugar, sintiéndonos disconformes.

    La Biblia nos dice: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2° Corintios 5:17).

    Esto quiere decir que, tal vez, deberíamos empezar el cambio por nosotros mismos, y Dios nos ofrece la forma: creer y darle lugar a Él en nuestras vidas. ¿Quién sabe?, quizás esa sea la punta del ovillo para el cambio que esperás.

    Por Editora Sandra Cerezo

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    Director: Coronel Philip Davisson | Editora: Mayora Sandra Cerezo | Traducción: Laura Booth | Redes Sociales: Walter Garro | Diseño Gráfico: Ayelén Rocca

    Publicación del Ejército de Salvación | Territorio Este de Sudamérica: Argentina, Uruguay y Paraguay.