SOMOS el Ejército de Salvación
Mi casa
Historia de Yanina Mariel Pinal

Su nombre es Yanina Mariel Pinal. Tiene 40 años y desde hace casi dos años es residente del Hogar Amparo y Betania.
A raíz de un problema familiar, Yanina quedó en la calle, sin hogar. Un día una hermana de Yanina, encontró en internet una página del Hogar, anotó la dirección y se la pasó. En la calle Cochabamba hay un lugar que recibe gente en situación de calle, el parador Azucena Villaflor, en el que estuvo por dos días.
Mi Casa Al llegar al hogar, Yanina tenía mucho miedo y nerviosismo ya que era la primera vez que pasaba por esa situación. Luego fue trasladada al Hogar Amparo y Betania. Ella define a nuestro Hogar como: “mi casa”. Allí recibe no solo un plato de comida todos los días, un techo cuando hace frío, una cama donde dormir cuando llueve (que para ella es lo más importante), sino también contención.
Mucha gente está pasando necesidades en la calle y son cada vez más las personas que no tienen donde ir. En este lugar recibe amor, cariño, y si tiene algún problema tratan de ayudarla para solucionarlo.
“Estoy muy agradecida con la gente del Hogar Amparo y Betania porque me abrieron sus puertas en el momento que más lo necesité”.
¿Quiénes Somos?

El Ejército de Salvación está presente en Argentina, Uruguay y Paraguay hace más de 130 años. Aun así, la mayoría de los habitantes de estos países no saben qué hacemos ni cómo. Durante mucho tiempo nuestro pensamiento fue que lo que hacemos, lo hacemos para servir a los demás, y que no es nuestra intención mostrarlo ni hacerlo visible. Pero hemos entendido que muchas de las personas que apoyan al Ejército de Salvación a través de sus donaciones o comprando en las Tiendas de Venta Benéfica, necesitan saber que sus aportes están siendo bien utilizados.
Nuestros programas (como llamamos a cada proyecto de servicio a la comunidad) son muy variados e intentamos adaptarlos a las necesidades y a los diferentes contextos en los que trabajamos. Por ejemplo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en ciudades muy transitadas como Quilmes, Rosario, Bahía Blanca o Salto, llevamos a cabo un programa llamado “Sopa de Amor”, mediante el cual, durante la semana, repartimos comida recién hecha para que quienes viven en situación de calle o atraviesan dificultades económicas puedan comer.
En el sur de Argentina, en ciudades como Bariloche o Trelew, donde en invierno hace muchísimo frío, entregamos frazadas y leña a varias familias. En San Lorenzo, Paraguay, tenemos una clínica llamada Tekokatu, que ofrece múltiples servicios a la comunidad y que recorre diferentes pueblos. En Argentina tenemos dos Oficinas de Gestión y Orientación Social desde donde llevamos a cabo muchas actividades sociales como talleres y capacitaciones, controles médicos, duchas, cortes de pelo para personas en situación de calle y roperos solidarios, entre otras cosas. En la Capital argentina también funciona un Hogar para mujeres en el cual les ofrecemos techo, comida y contención ya que la mayoría viene de trasfondos difíciles. Además, desarrollamos programas para ayudar a los jóvenes a prevenir o salir de adicciones, apoyo escolar, escuelitas de fútbol, capacitaciones, cenas solidarias, entrega de ropa, y nos sumamos a la campaña “almohadas del corazón” para prevenir el cáncer de mama y acompañar a quienes lo padecen.
Todo esto nos permite, además, ofrecer empleo a más de 100 personas, las cuales gozan de un trabajo digno, en blanco y en regla.
Salud Nueva

Se acerca el cierre de un año y el inicio de otro. Este momento, inevitablemente, nos invita a reflexionar: a pensar en aquello que queremos dejar atrás y en lo nuevo que deseamos incorporar. Surge ese impulso de renovarnos, de replantearnos costumbres y hábitos con la esperanza de que, en el próximo capítulo, todo sea un poco mejor.
En medio de todas esas resoluciones, hay algo que debería ocupar el primer lugar de nuestra lista: nuestra salud. No solo la física, sino también la mental y la emocional, porque las tres están profundamente conectadas y ninguna puede brillar sin las otras.
Vale la pena detenerse y hacerse algunas preguntas: ¿Cómo estás alimentándote? ¿Cuidás el equilibrio entre tu mente y tu cuerpo? ¿Te das el tiempo de practicar actividad física de forma constante? ¿Te rodeás de personas que te aportan bienestar y relaciones sanas?
La clave está en entender que los propósitos no deberían tener fecha de vencimiento. Incorporar la salud como un pilar de nuestra vida no es un proyecto de un mes, ni una moda pasajera: es un compromiso diario. Por eso, es momento de decir adiós a las dietas milagrosas, al ejercicio sin esfuerzo real y a los vínculos que nos desgastan o generan inseguridad.
Mantener hábitos saludables requiere acción y constancia. Dediquemos este año —y todos los que vengan— a cuidarnos, a escucharnos y a nutrirnos en todos los sentidos. Que no sea solo una meta, sino una forma de vivir.
Mirá siempre hacia adelante, buscá tu equilibrio y no olvides llevar tu mejor sonrisa: es el gesto más sencillo y, a la vez, el más poderoso para empezar cualquier día.
Por Ayelén Rocca
Datos Curiosos

El inicio del año nuevo ha sido celebrado y marcado de diferentes maneras a lo largo de la historia y en distintas culturas. Estas tradiciones y curiosidades revelan cómo las sociedades han intentado darle un sentido especial a este momento de renovación y esperanza. Aquí te compartimos algunos datos fascinantes sobre el comienzo del año:
- Julio César y el calendario Juliano
El calendario que utilizamos hoy tiene sus raíces en las reformas impulsadas por Julio César en el año 46 a.C. Fue él quien estableció el calendario Juliano, un sistema que fijó el año en 365 días con un día adicional cada cuatro años, para corregir el desfase con respecto al año solar. Este cambio fue fundamental para organizar mejor la vida civil, agrícola y religiosa en el Imperio Romano y sentó las bases para los calendarios modernos. - Las lentejas, símbolo de prosperidad en Año Nuevo
En varios países, especialmente en Italia, es tradicional comer lentejas en la cena de Año Nuevo. Este hábito tiene un significado profundo: las lentejas, por su forma redondeada y su abundancia, representan monedas y riqueza. Por ello, se cree que consumirlas en esta fecha atraerá prosperidad, abundancia y buena fortuna para los meses venideros. Esta costumbre se ha mantenido viva a lo largo del tiempo y continúa siendo parte de la celebración familiar en muchas culturas. - El primer día del año en la antigua Roma
Antes de que el calendario Juliano se estableciera, los antiguos romanos consideraban que el año comenzaba el 25 de marzo, una fecha que coincidía con la celebración de la primavera y el equinoccio vernal. Este día simbolizaba el renacer de la naturaleza y era un momento de esperanza y renovación. Con el tiempo, y gracias a las reformas de Julio César, el inicio del año fue fijado el 1 de enero, aunque algunas tradiciones y festividades mantuvieron sus fechas originales durante siglos. - La tradición japonesa de tocar la campana en Año Nuevo
En Japón, una de las tradiciones más significativas para recibir el Año Nuevo es la visita masiva a los templos para escuchar el sonido de la campana. Después de la cena de Año Nuevo, las campanas se tocan 108 veces, un número que tiene un gran significado espiritual en el budismo, representando la purificación de 108 deseos terrenales o pecados. Este ritual busca limpiar el alma y preparar el espíritu para un año nuevo lleno de paz y buenas energías.
El comienzo del año es un momento lleno de simbolismos que reflejan las esperanzas, creencias y valores de diferentes culturas. Estas tradiciones nos recuerdan la importancia de cerrar ciclos con gratitud y abrir nuevos capítulos con ilusión y optimismo.
Por Ayelén Rocca
Reflexión

Muchas veces se compara la vida con un viaje. En él podemos encontrar momentos en que es fácil el camino a transitar, pero otras veces se hace “cuesta arriba”. Eso es algo que nos pasa a todos. ¿Cómo enfrentar esos momentos? ¿En dónde o en qué buscar ayuda?
En la Biblia encontramos este consejo: “Encomienda a Dios tu camino, confía en él, y él hará.” (Salmo 37:5). Esto no quiere decir que Dios va a hacer todo por nosotros, sino que él estará cerca nuestro para guiarnos y acompañarnos en nuestro caminar. Te animamos a confiar tu vida a Dios.
Por Sandra Cerezo
Donaciones

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Director: Coronel Philip Davisson | Editora: Mayora Sandra Cerezo | Redes Sociales: Walter Garro | Diseño Gráfico: Ayelén Rocca
Publicación del Ejército de Salvación | Territorio Este de Sudamérica: Argentina, Uruguay y Paraguay.