10 - 12 "Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes."

Llegando a las últimas líneas de las bienaventuranzas, podemos claramente entender que Jesús muestra el gran precio de seguirle. Evidentemente, los que sufren persecución en nombre de Cristo, son considerados felices. El versículo, nos habla de aquellos que son perseguidos, de los que fueron perseguidos y también de los que serán perseguidos a causa de Cristo en un futuro. Es decir, nadie está inmune a la persecución.

La iglesia del primer siglo experimentó en su piel lo que fue sufrir por la causa de Cristo y nos dejó un ejemplo grandísimo sobre mantener firme la fe. Los apóstoles, dieron sus vidas por amor a Cristo. Los primeros cristianos fundamentaron su fe a través de persecuciones.

Stott, nos dice que es un hecho de que por mucho que nos esforcemos para vivir en paz con algunas personas, ellas se rehúsan a vivir en paz con nosotros (p54).

Seguramente es todo un desafío, no tomarlo como personal, cuando una persona se opone a nosotros, aún más cuando se trata de nuestras creencias y fe. Pero Jesús, en el versículo 12 nos enseña a estar gozosos aún cuando nos persiguen, porque nuestra recompensa no es simplemente ganar una discusión, nuestra recompensa es el cielo. Y seguramente no será porque defendí mejor mi punto de vista, sino, por lo que yo verdaderamente creo en mi corazón, que son vistas a través de las prácticas que yo mantengo como hijo de Dios.

“Todas las bienaventuranzas describen lo que todo discípulo cristiano está destinado a ser, concluimos que la condición de padecer desprecio, rechazo, calumnia y persecución es una marca normal del discipulado cristiano tal como lo es ser de limpio corazón o misericordioso. Todo cristiano debe ser un pacificador, y todo cristiano debe esperar oposición. Aquellos que tienen hambre de justicia sufrirán por la justicia que ansían. Jesús lo dijo así, tanto aquí como en otras partes.” (p56).

Acá podemos reflexionar juntos que las evidencias del ser cristiano, tienen que ser visibles, y ellas son tanto positivas como negativas en nuestra vida. De la misma manera que debo demostrar ser un misericordioso, también debo enfrentar con honor las persecuciones, ¿por qué? “porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande”.

Quizás, en algunos países, hablar de persecución por ser seguidor de Cristo, es algo que incluye amenazas a la vida, al bienestar, en otros, donde hay más libertad, significa solamente sufrir burlas y discusiones. Pero ambos casos, demandan una convicción segura sobre a quién estamos sirviendo.

Sin dudas, poner en práctica cada una de las bienaventuranzas, nos fortalecen y ayudan a llevar adelante nuestro testimonio como hijos de Dios.

Entender esa bienaventuranza, nos ayudará a mantener nuestra fe viva, y llevar con honor el nombre de Cristo.

“Señor, que mi vida pueda estar tan comprometida con tu reino, al punto de vivir cada persecución con gozo y alegría. Que mis acciones y mis actitudes puedan demostrar la verdadera honra de ser un bienaventurado, amén.”

Capitana Elisa Evans 

Mi nombre es Rolando Tamayo Milán, nací en la ciudad de Manzanillo, Cuba, el 9 de febrero de 1991.

Durante mi niñez, viví alejado de Jesús, ya que mi familia no era creyente. Por lo tanto, desconocía la existencia de Dios. A los 8 años de edad, una vecina me invitó a asistir a una pequeña iglesia Nazareno que había en mi barrio. Comencé a asistir a las reuniones de jóvenes y a la Escuela Dominical. Pero aun así no entendía el plan de salvación, ni qué era la fe. Así que dejé de asistir a esta iglesia, porque realmente no entendía la razón por la cual iba.

Cuando tenía 13 años conocí al Ejército de Salvación; había una iglesia cerca de mi casa. En el 2003 los encargados del Cuerpo me enseñaron lo que significa la experiencia del perdón y la salvación que Cristo nos ofrece. Entonces, en una Escuela Bíblica de Vacaciones, el 24 de agosto del 2003, acepté a Jesús como mi salvador personal.

Luego de eso comenzó mi carrera cristiana. La experiencia de la conversión fue algo sin igual; estaba muy animado, por lo que comencé a prepararme para ser miembro del Ejército de Salvación como Joven Soldado. Fui enrolado y en ese momento tuve la experiencia de mi llamado al ministerio. Comencé a sentir que era más fuerte que mis propios deseos o anhelos personales. Como adolescente tenía sueños, quería estudiar una carrera y ser un profesional. Pero el llamado a ser Oficial era mayor que todo eso.

Les conté a mis líderes y en ese momento inició un crecimiento espiritual en mi vida: la experiencia de la santificación y el despertar de los dones espirituales. Todo esto me permitió arraigar mi fe en Cristo. Desde ese momento siempre supe cuál era mi lugar dentro de la viña del Señor y cada día anhelaba más alcanzarlo. En el 2006 me enrolé como Soldado del Ejército de Salvación y comencé a formar parte de la Fraternidad de Oficiales del Futuro. Para ese entonces, pude experimentar la sanidad de Dios. A los 11 años comencé a tener ataques de epilepsia y cuando me convertí, estos desaparecieron - ¡Dios me regaló un maravilloso milagro de sanidad!

Logré alcanzar mis sueños profesionales, y obtuve una Licenciatura en Informática. Dios fue extraordinario en cada paso de mi vida, y en el 2014 fui aceptado para ingresar al Colegio de Entrenamiento en Cuba, en la Sesión “Mensajeros de Luz”. Me comisioné como Oficial el 12 de junio del 2016.

Tengo una maravillosa familia que conoció al Señor, y aunque vivimos lejos por razones del ministerio, sé que Dios cuida de ellos como lo hace conmigo. ¡Agradezco al Señor por su amor!

“Instruye al niño en su camino, Y aún cuando fuere viejo no se apartará de él."(Proverbios 22:6).

La adolescencia es, según el doctor Sigmund Freud, una de las experiencias más dolorosas por las que un ser humano atraviesa en su vida. En esta etapa, algo muere en la vida de la persona para dar lugar a lo nuevo. Muere la infancia y renace, con dolor, la adolescencia.

Desde el consultorio, el terapeuta verá que el ser humano siempre necesita apropiarse simbólicamente de los procesos que ocurren en su organismo para poder manejarse con su cuerpo, sus pensamientos y las relaciones con los otros.

La adolescencia entonces tiene que ver con procesos de subjetivación y socialización del hecho biológico que la pubertad da lugar. Entendiendo a esta última como el proceso biológico que atraviesa el niño en su etapa final de desarrollo.

Pensando la adolescencia como un cambio o giro inentendible podemos decir, que es el tiempo de encontrar un nuevo anudamiento entre el manejo del propio cuerpo y los impulsos de este, la imagen (la autopercepción) y los ideales que sostienen la propia vida, algo así como: “¿Cómo debo optimizar mi tiempo?”, “¿Qué tipo de ser humano tengo que ser?” o “¿Mi cuerpo está bien?”.

El proceso de construir una identidad propia se torna difícil desde el vamos, esto en ocasiones generará en el adolescente convulsiones subjetivas, desazón y un “no saber” qué hacer o hacia dónde ir. Buscar la independencia y esa pelea constante de anhelar la seguridad que le brinda la dependencia infantil. Este proceso necesita grandes reajustes y sacrificios subjetivos.

Los padres van dejando de ser la primera referencia, convirtiendo a sus pares, amigos y/o compañeros modelos a seguir, figuras fuera del sistema familiar. De a poco vamos viendo una ruptura y es la relación padre-hijo (niño) que tenían los progenitores, ellos tendrán que aprender a perder ese lugar que antes ocupaban para el hijo/a, cosa que no es para nada fácil.

Entonces, la adolescencia es la etapa de crisis porque las identificaciones que sostenían al joven en la infancia vacilan o caen, y en cierto momento las pulsiones (el sentimiento incontrolable) ocupan la escena. Dando lugar a la violencia, pequeños delirios, conductas de riesgo, etc.

Actualmente el “sufrimiento” y los síntomas que presentan los adolescentes, no son los mismos de hace diez años, la época trae consigo situaciones y conductas que se desbordan y no se pueden controlar. Los cortes en el cuerpo, el aislamiento social y/o escolar, las adicciones varias, trastornos de la alimentación, etc. Vean, el adolescente necesita poner un “alto” a todo esto que no puede controlar, experimenta un desborde y debe ser encausado.

En esta instancia la intervención del adulto será importante, ocupando el rol de escucha y sobre todo de comprensión. Dejando de lado las preguntas y muchas veces solo escuchar. Intervenir con comentarios y sugerencias que impongan ley y autoridad será el desafío. ¿Cómo equilibrar esos dos semblantes? La construcción de la relación que se tenga con el adolescente será muy importante, Edificar y velar por la estabilidad de la relación Padre/madre e Hijo/a deberá ser la tarea fundamental en esto. Las relaciones se construyen y a base de la construcción se constituyen y fortalecen.

¿Qué tipo de relación estamos teniendo con los adolescentes?

Psicólogo Clínico Herlan Bravo

"El ser humano es una criatura especial, superior y diferente a cualquier otra cosa creada. Tiene un valor intrínseco superior a cualquier otro ser vivo, porque es el único que lleva en sí mismo la imagen y semejanza de Dios.” (Asbun, J. 2020, 10 mayo).

El amor incondicional de Dios: Este amor es incondicional y sin límites. A menudo, nuestro mundo está lleno de juicio y prejuicio hacia las personas que viven con alguna discapacidad, pero Dios no los ve de esa manera. Él nos ama tal como somos y anhela mostrarnos su amor a través de su gracia y misericordia.

Tengamos en cuenta que Dios también nos llama a amarnos y aceptarnos incondicionalmente, así como Él lo hace. Sin embargo, cuando nos toca a nosotros imitar el amor de Dios, somos limitados en muchos aspectos, por ejemplo: limitados en paciencia, perseverancia, entrega, y también limitados en ver más allá de lo que nos muestran nuestros ojos.

Esta misma dificultad existe en toda la sociedad, a pesar de que hoy en día hay empresas inclusivas y cada vez hay más programas y capacitaciones, todavía existen muchos prejuicios que hay que vencer. La Iglesia debe ser pionera en demostrar ese tipo de amor que incluye y se esmera por abrazar a todas las personas cualquiera sea su condición.

Todos, sin excepción, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. ¡Qué gran valor el que tenemos ante los ojos de nuestro Padre Celestial! Pensemos en esto: todos somos imagen de Dios; todos debemos amar, respetar, valorar y tratar bien a nuestro prójimo. Todos somos imagen de Dios, nadie es inferior, ni tiene menor valor que otro.

A menudo, nuestra sociedad valora la fuerza y la capacidad, levantando barreras lamentablemente difíciles de sortear. Lo maravilloso para usted y para mí es que estas barreras no existen para Dios; estas barreras se derrumbaron al enviarnos a Jesús, y con él nos dio el ejemplo de cómo debemos ser y actuar. Versículo clave: ‘El Señor es refugio del oprimido; su fortaleza en los momentos de angustia’ (Salmos 9:9).

Las personas con discapacidades enfrentan desafíos únicos en sus vidas. Sin embargo, Dios les brinda fortaleza y esperanza en medio de sus dificultades. Al igual que Él prometió ser refugio para los oprimidos, también está dispuesto a caminar junto a nosotros en nuestros momentos de angustia.

Podemos alentar y apoyar a aquellos que enfrentan discapacidades, recordándoles que Dios cuida de ellos y tiene un propósito especial para sus vidas. Recordemos que el amor de Dios es incondicional y que Él nos invita a mostrar ese amor a los demás.

Enfrentemos las dificultades con esperanza y seamos personas que incluyen en todos los lugares donde nos movemos; pidamos a Dios que haga crecer en nosotros esa mentalidad inclusiva, que ve por encima de las limitaciones, y ayuda a vencer cualquier obstáculo para que todos alcancen el conocimiento del amor incondicional de Dios para sus vidas.

Animémonos a ver más allá de las limitaciones, y a amar a todos como Dios nos ama.

Teniente Coronela Roxana Dinardi

El fin de semana del 12 al 14 de abril fue verdaderamente un tiempo de gracia y bendición para nuestra comunidad. Nos llenamos de gozo al recibir a nuestros queridos líderes, los Coroneles Sheila y Philip Davisson. Su presencia no solo iluminó nuestras vidas, sino que dejó una huella imborrable en los corazones de cada niño y adolescente que tuvo el privilegio de escuchar sus enseñanzas.

Durante esos días, fuimos testigos de la sabiduría y el amor que los Coroneles compartieron con nosotros. Cada palabra que pronunciaron resonó con sinceridad y profundidad, guiándonos hacia una comprensión más profunda de nuestra fe y nuestro propósito. Su compromiso con nuestro crecimiento espiritual fue evidente en cada interacción, en cada sonrisa que compartieron y en cada abrazo que nos brindaron.

El Departamento de Ministerio Femenino del Territorio Sudamérica Este logró crear un encuentro para Oficiales Solteros que fue lanzado con éxito el 17 de abril de este año. En el 2023, el departamento creó materiales y seminarios con este tema en mente: "Matrimonios felices, Familias felices y Solteros felices". Para la parte de los solteros queríamos hacer primero un retiro espiritual para los Oficiales que están enfrentando solos el ministerio por diversas razones, pero se ha pospuesto. Mientras tanto, se decidió hacer un encuentro virtual para Oficiales de habla hispana y portuguesa, que reunió a Oficiales solteros de Portugal, México, Chile, Brasil, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, EE.UU., Londres y Argentina.

Cuatro invitados especiales nos ayudaron con este Encuentro: La Comisionada Susan McMillian dio el devocional, la Mayora Wendy Johnstone compartió un testimonio, la Mayora Lourdes Griffith compartió sobre formas de encontrar un buen apoyo como Oficial soltera, y el Capitán Rolando Tamayo compartió un testimonio. Nuestro tema fue "Dios me sostiene". Durante el encuentro tuvimos intencionalmente grupos para que los Oficiales tuvieran conversaciones. Tuvimos 35 en asistencia y a continuación podrán leer algunas de las respuestas que compartieron sobre la experiencia vivida.

• Disfruté este tiempo porque veo que muchos otros camaradas vivimos las mismas circunstancias en los nombramientos y en nuestras vidas personales, eso hace que pueda tener tranquilidad. Bendice mi vida escuchar los testimonios de otros camaradas.
• Me gustó este tiempo de escuchar experiencias y compartir con otros.
• Disfruté este tiempo porque recordé la promesa de Dios que no estamos solos.
• Lindo tiempo, saludos desde México. Dios les bendiga y fortalezca en su ministerio.
• Disfrute este tiempo porque es un espacio para meditar en la Palabra, compartir y conocer a otros compañeros. ¡Gracias por la invitación!
• Foi um encontro de fortalecimento. Testemunhos enconrajadores. Deus abecoe a cada um e de onde estiver.

Estamos muy agradecidos por la oportunidad de hacer esto y vemos el valor de continuar esta idea invitando a otros Territorios realizar otro encuentro virtual, de manera que podamos tener varios en el año y tal vez juntos alcanzar el sueño de crear un retiro de Solteros en forma presencial.

Coronela Sheila Davisson