Edición marzo/abril 2024
Espiritualidad
El Sermón del Monte
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5:9).
Aquí, una vez más, Jesús nos demuestra cómo cada una de las bienaventuranzas está ligada entre sí.
Los pacificadores son aquellos que proclaman la paz, que la buscan y la practican porque son limpios de corazón. Es una cadena donde cada parte depende de la otra.
Generalmente, al hablar de pacificación, nos referimos a conflictos, y sin duda vivimos en un mundo donde, debido al pecado, presenciamos una infinidad de ellos. Las relaciones humanas son, habitualmente, generadoras de conflictos.
Todos los cristianos, según esta bienaventuranza, son llamados a ser pacificadores, a marcar la diferencia en un mundo en el que la guerra, la pelea y la discordia predominan, mientras que el perdón, la pacificación y la mediación quedan en segundo plano.
Estamos llamados a ser parte activa de la paz, a buscarla y proclamarla. Qué tarea tan difícil, especialmente en días difíciles. Por eso, Jhon Stott, en su libro, menciona que cada una de las bienaventuranzas forma parte del carácter del cristiano, algo intrínseco a nosotros como hijos de Dios.
Si no la poseemos, debemos buscarla y esforzarnos por vivir y construir ese "carácter bienaventurado".
Pero el gran secreto para lograr ser pacificadores es entender que no depende solo de nuestra fuerza, sino que nuestra voluntad, sumada a la obra divina, nos convierte en personas pacíficas.
Cristo, el gran pacificador, vino a reconciliar un mundo perdido en pecado con Dios. Esa es la pacificación más importante que no solo debemos proclamar, sino vivir profundamente, convirtiéndonos en instrumentos de paz.
Vivir de esa manera demanda esfuerzo, valentía y buena voluntad, alineados con la fuerza que proviene del Señor. Sobre esto, Stott nos enseña que esa paz es diferente de un simple apaciguamiento superficial. No se trata solo de "calmar los ánimos", sino de vivir y transmitir esa paz profunda y sólida que fue conquistada en la cruz y que venció todo el mal que el pecado nos trajo.
Qué gran responsabilidad tenemos al ser instrumentos de paz. Les dejo aquí la oración de Francisco de Asís, adaptada en una canción, y que Dios nos ayude a ser verdaderos pacificadores.
"Hazme un instrumento de tu paz, donde haya odio, lleve yo tu amor, donde haya injuria, tu perdón, Señor, donde haya duda, fe en Ti.
Hazme un instrumento de tu paz: que lleve tu esperanza por doquier; donde haya oscuridad, lleve tu luz; donde haya pena, tu gozo, Señor.
Maestro, ayúdame a nunca buscar ser consolado, sino consolar; ser entendido, sino entender; ser amado, sino yo amar.
Hazme un instrumento de tu paz: es perdonando que nos das perdón; es dando a todos como Tú nos das; muriendo es que volvemos a nacer."
Capitana Elisa Evans
Mi historia
Un soldado agradecido
Hola, mi nombre es Ricardo Guillermo Torres, oriundo de la provincia de La Rioja. Mi vida tomó un giro significativo en 1961, cuando en Azul, provincia de Buenos Aires, tuve el encuentro transcendental con el Señor Jesús, aceptándolo en mi corazón.
En 1962, por razones habitacionales, llegué al Ejército de Salvación, encontrando refugio en un hogar de hombres ubicado en la provincia de Mendoza. Fue allí, en 1963, donde inicié mi servicio en el Ejército de Salvación, desempeñándome como guardián de compañía en la escuela dominical, bajo la dirección de los Oficiales Short.
A lo largo de los años he tenido el privilegio de participar activamente en diversas facetas del Ejército de Salvación. Desde ser presidente de los Porta Antorcha hasta encargarme de la colecta domiciliaria, cada experiencia ha contribuido a mi crecimiento espiritual.
En 1966, los Oficiales Chacana me enrolaron como Soldado, marcando un hito en mi compromiso con la causa. Además, fui honrado con los roles de Sargento de bienvenida y Sargento 1° del Cuerpo de Mendoza, roles que asumí con devoción.
Hoy, al alcanzar mis bendecidos 80 años, reflexiono con gratitud sobre mi trayectoria en el Ejército de Salvación. Continúo mi camino de fe, agradecido por la guía del Señor que ha sido constante a lo largo de los años y por las oportunidades de servir a mi iglesia.
Estilo de vida
"Jugar, es serio"
“Es en el juego y solo en el juego donde el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar la totalidad de su personalidad, y solo al ser creativo el individuo se descubre a sí mismo.” (Donald W. Winnicott)
¿Qué niño no juega? A lo largo del desarrollo de la humanidad, el infante se encuentra con algo importante para su vida: Jugar.
El juego, es tan antiguo como las costumbres, leyes, etc. Este emerge como una actividad ligada a la cultura de cada lugar, no solo entre niños sino también entre los adultos. El juego es el primer escalón del desarrollo de la creatividad e innovación. Entonces, el ser humano nace creativo, descubridor, sin embargo, las circunstancias de vida, reglas, parámetros o en este caso adultos, bloquean todo el desarrollo lúdico al niño.
El juego no es una abstracción, no se juega en la nada o en el vacío. Jugar necesita tiempo, espacio para desenvolverse y un objeto al cual se le tiene que dar forma, algunas veces una historia de trasfondo que da contorno a ese momento. Podríamos decir que el juego es un vínculo entre la libertad y la ley, el mundo interno y el externo, lo sensible y lo racional. El juego se asocia a la broma, a la diversión, incluso a la intrascendencia, pero para el niño es algo muy serio.
En cuanto al consultorio clínico y la atención psicológica, el juego también es una herramienta que podríamos llamar terapéutica. Allí donde la palabra falta, el juego adviene como un efecto comunicador que expresa y avisa muchas cosas de los niños. Desde un punto de vista psicoanalítico, el jugar forma parte de la evolución psíquica del niño y siempre queda al servicio paulatino de las fantasías. Y desde esta área se ha definido al juego de múltiples modos: como el gran logro cultural del niño, como renuncia instintiva, función catártica, origen del contacto del niño con la realidad, como el nacimiento y empleo de la fantasía, se describió como la tendencia a adoptar un rol activo sobre tendencias que han sido vividas pasivamente, compulsión a la repetición, repetición simbolizada, elaboración de experiencias excesivas o traumáticas, una forma de vida, un espacio entre fantasías y realidad y un modo de expresión de fantasías, deseos y experiencias.
Vean, jugar es importante para el niño. No se puede tratar este tema a la ligera, es necesario darle jerarquía.
¿Por qué es tan importante conocer este punto para nuestra comunidad de fe? El juego demuestra el estado emocional del niño, cuando este no habla o no interactúa en un grupo determinado, es importante generar un espacio de juego. Este deberá ser espontáneo y no ser tan direccionado, simplemente un lugar de juego. El juego se asocia a broma, diversión, aunque el niño se lo toma con gravedad y no siempre va asociado a la risa. El juego es, en esencia, satisfactorio.
Es importante, no considerar al juego como una entidad en sí misma o como algo dado de antemano. No interesa entonces el juego en sus aspectos universales o naturales sino en lo que tiene de singular para cada niño a partir de que se constituye como una respuesta a situaciones inexplicables que no se pueden poner en palabra.
Jugar es cosa seria.
Referencias bibliográficas:
Klein, M. (1955), La técnica psicoanalítica del juego: su historia y significado, Obras Completas, III, Barcelona, Paidós, 1993.
Lacan, J (1957) Seminario IV. La relación de objeto. Buenos Aires, Paidós, 1994.
Psicólogo Clínico Herlan Bravo
Temas de familia
La inclusión, no es una opción
Hace unos años atrás, concurrí a un campamento de los MMFF, donde conocí a una pastora que trabajó, dentro de su comunidad de fe, en favor de las personas con diferentes discapacidades. Escuché hechos maravillosos de un trabajo realizado con mucho amor.
No es una novedad que las personas con discapacidades sufren discriminación e incomodidades en todos los entornos, esto incluye a la iglesia, que muchas veces no está preparada con los mejores recursos para poder ser de ayuda. Actualmente, según estadísticas, el 15% de la población mundial (1000 millones de personas) tienen algún tipo de discapacidad.
¿Podemos hacer algo?, claro que sí. Los cristianos somos sal y luz en este mundo, tenemos mucho para ofrecer. Pero, empecemos por conocer un poco más sobre esta realidad.
No hace mucho leí un artículo en la revista El Oficial, allí una madre contaba cómo a través de la discapacidad de su hijo se conmovió, reflexionó, conoció a Dios, que es inmenso; a través de la discapacidad sintió amor, desesperación, dolor, alegrías, también buscó respuestas a muchas preguntas y todas relacionadas con el ¿cómo?, ¿cómo hago?, ¿cómo enseño de Jesús?, ¿cómo va a entender la salvación mi hijo?, etc., etc., etc.
Ella comenta en el artículo que encontró el apoyo en los lugares menos esperados, que calmaron en parte su corazón, pero que la iglesia… participó poco y nada en esos momentos.
Entiendo que muchas de estas reacciones son por falta de información, o simplemente porque hay cosas que no las hablamos tanto, sin embargo, conversarlas nos haría muy bien.
Esa es otra razón por la que es importante hablar sobre la Inclusión, para ayudar, en la medida que se pueda, a que todos estemos preparados, listos, atentos; para que podamos abrazar, recibir, acompañar, guiar a quienes viven con algún tipo de discapacidad, y a los que los rodean.
También nosotros, como la madre del artículo que comenté, podremos conocer más a Dios quien responde amorosamente a nuestra necesidad.
En el pasaje de Lucas 14:12-24 se nos insta: Vayan a los cruces de los caminos y traigan a todos: ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores"…, ¡a todos, a todos! Esta palabra del Señor debe resonar en la mente y en el corazón de todos nosotros, en la Iglesia hay lugar para todos.
Esta es una amplia invitación que Jesús nos hace, en ella estamos todos incluidos, todos están invitados a la Gran Celebración de la Salvación gratuita para todos.
Imitemos a Jesús, y seamos nosotros también los anfitriones en una Iglesia que esté preparada para recibir a todos y brindarles el pan de vida.
Tte. Coronela Roxana Dinardi
Noticias
Instituto Territorial de Jóvenes
Durante los días 14 al 18 de febrero se llevó a cabo el Instituto Territorial de Jóvenes (ITJ) bajo el lema RADICAL: UN NUEVO CORAZÓN, basado en Joel 2:13. Jóvenes y adolescentes de Uruguay, Paraguay y Argentina se reunieron para adorar a Dios y consagrar sus vidas ante Él.
El evento se desarrolló en el Parque Nazareno de Pilar y contamos con la presencia de los líderes internacionales de la Niñez y Adolescencia, los Capitanes Marc y Mariska Potters, quienes fueron de mucha bendición para nuestras vidas.
El instituto tiene como principal propósito potenciar y formar líderes. Se busca brindar herramientas útiles para desarrollar el ministerio local a través de diferentes talleres, capacitaciones, reuniones, etc. Una de las noches pudimos tener una vigilia que duró toda la noche, un momento hermoso en donde el Espíritu Santo de Dios habló a las vidas de cada delegado, trayendo sanidad espiritual, restauración y consagración.
Damos gracias a Dios por todo lo vivido durante esos días, agradecemos a todos los miembros del staff, Oficiales, Líderes que dieron de su tiempo y disposición para desarrollar cada taller.
Dios es y seguirá siendo fiel con la juventud de nuestro Territorio.
Capitana Melisa Gutiérrez
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Día mundial de oración
Cada primer viernes de marzo, en todos los rincones del mundo, se celebra el Día Mundial de Oración. En este año 2024, bajo el lema «Les ruego... sean tolerantes unos con otros en amor», inspirado en Efesios 4:1-3, este evento nos insta a buscar el amor, incluso en medio de las dificultades y la opresión.
Las mujeres palestinas cristianas que han elaborado este servicio de oración han extendido una invitación mundial para que oremos por la paz, la justicia, la libertad de religión y de movimiento. Sus plegarias nos incitan, específicamente, a dirigir nuestras oraciones hacia las mujeres, las personas refugiadas, aquellos sin hogar y todas aquellas que están enfermas, agonizando o en duelo. Además, nos urgen a reconocer nuestra responsabilidad colectiva en la crisis climática que hemos provocado y nos desafían a comprometernos a reparar lo que hemos destruido. Por último, nos convocan, como iglesia global, a permanecer unidos y a tratarnos unos a otros con justicia y amor.
General: Lyndon Buckingham
Director: Coronel Philip Davisson
Editora: Capitana Betina Martinez
Redes Sociales: Walter Garro
Diseño Gráfico: Ayelén Rocca
Publicación del Ejército de Salvación de marzo/abril 2024 | Territorio Este de Sudamérica: Argentina, Uruguay y Paraguay.