Edición marzo/abril 2023

Espiritualidad
La espiritualidad de JesĆŗs

Entre los distintos conceptos cristianos de espiritualidad que se manejan en la actualidad, una de las maneras mĆ”s populares de referirse a una persona como alguien āespiritualā consiste en atribuirle un determinado comportamiento, clasificado dentro de ciertos patrones definidos como āespiritualesā.
Dicha manera considera el desarrollo de la vida espiritual a partir de lo que la persona hace o deja de hacer en el ambiente religioso. Esto genera una especie de ācompetenciaā entre los miembros, los lĆderes locales y los pastores, relacionada al nivel de compromiso con el comportamiento esperado.
Aplicando esta manera de tratar la espiritualidad a nuestro contexto salvacionista, se podrĆa decir que uno es visto como mĆ”s espiritual (o no tan espiritual) por su comportamiento en el Cuerpo y en sus actividades relacionadas con el mismo. Por ejemplo: las palabras que usa para hablar de su vida espiritual, las reacciones que tiene en su participación en la vida del Cuerpo, si viene a las reuniones y usa siempre su uniforme, etc.
El riesgo de esta percepción es construir una gran separación entre lo que es espiritual y lo que no lo es. En este caso el mundo espiritual estĆ” definido por lugares, actividades y comportamientos que son rotulados como āespiritualesā, y, por otro lado, lo que no es propio del mundo religioso, no es espiritual.
La consecuencia de esta manera de ver y entender a la espiritualidad es la tendencia de relacionar la rutina diaria de las personas (trabajo, estudios, fĆsico, hogar, etc.) como actividades āno religiosasā, por ende, āno espiritualesā. En este caso, lo espiritual es visto y entendido como todo lo que estĆ” relacionado con las actividades del alma y del espĆritu, el mundo no material y no concreto. SegĆŗn este concepto, cuanto mĆ”s tiempo uno pasa en las actividades religiosas (dentro de la iglesia) mĆ”s espiritual es y mĆ”s desarrolla su vida espiritual.
En los tiempos de JesĆŗs habĆa algunos grupos que creĆan tener el derecho de establecer valores morales y/o religiosos, y reglas de comportamiento que determinaban la espiritualidad de una persona. Cada grupo, a su manera, determinaba cuĆ”l deberĆa ser el contenido y el formato de la fe. Sin embargo, JesĆŗs rompió con estos valores, reglas y patrones de comportamiento relacionados con las tradiciones de cada grupo, y presentó una nueva manera de percibir la fe, en contradicción y oposición al rigor de aquellos que se consideraban como los guardianes de la religión y la verdad.
Las muchas y distintas situaciones que fueron registradas en los Evangelios, evidencian esta nueva comprensión de espiritualidad que JesĆŗs presentó. Un ejemplo de esto es la mujer pecadora que interrumpió la cena en la casa del fariseo, derramando lĆ”grimas sobre los pies de JesĆŗs, secĆ”ndolos con sus cabellos y ungiĆ©ndolos con perfume (Lucas 7:36ā50). En este pasaje, JesĆŗs elogió su gesto, mientras el fariseo lo criticó por provenir de una āpecadora.ā El encuentro terminó con una reprensión al fariseo, de parte de JesĆŗs, y una palabra de esperanza a esta mujer: āVe, tu fe te salvóā (v. 50). JesĆŗs sabĆa encontrar seƱales de fe y rescatar la esperanza de las personas que los āreligiososā, aquellos que veĆan a la religión solamente como algo que se expresa por medio de determinados comportamientos, no eran capaces de ver.
Es importante observar que ninguno de los cuatro Evangelios registra que JesĆŗs haya establecido la vida espiritual como uno tipo de categorĆa distinta a la vida cotidiana ā una āvida espiritualā (relacionada con ciertos lugares, actividades y comportamientos) entre tantas otras āvidasā (familiar, profesional, personal, etc.) que componen la existencia humana. JesĆŗs no hace esta distinción ni presenta este concepto de espiritualidad porque para Ćl no habĆa una āvida espiritualā desconectada de los otros aspectos de la vida de las personas.
La espiritualidad de JesĆŗs fue vivida de forma absolutamente integral en su existencia, reflejada en las distintas Ć”reas y actividades de su rutina diaria. No hubo momentos en que JesĆŗs fuera mĆ”s espiritual que otros: en el monte de la transfiguración no fue mĆ”s espiritual que en el hogar de LevĆ ācomiendo y bebiendoā entre los publicanos y pecadores; tampoco fue mĆ”s espiritual en la sanidad de un enfermo que cuando confrontó a los mercaderes en el templo. La espiritualidad vivida y encarnada por JesĆŗs fue siempre integral/holĆstica, comprometida con la vida en todas sus Ć”reas y con el propósito divino de salvar a la humanidad del pecado y de todas sus consecuencias.

Mi historia
Aceptar la voluntad de Dios

Mi nombre es DÔmaris Barrios. Tengo 29 años, soy hija de Oficiales del Ejército de Salvación y soy Solada del Cuerpo de San Lorenzo, Paraguay.
Quiero compartir la experiencia mÔs dolorosa que me tocó vivir en estos últimos años, la cual me llevó a replantearme mi relación con Dios.
En el aƱo 2018, con mucha ilusión y alegrĆa, esperĆ”bamos con mi esposo a nuestra primera hija, Emma. Todo marchaba bien hasta que a los cinco meses de gestación le diagnosticaron problemas en las articulaciones. En noviembre del 2018, con 34 semanas de gestación, Emma falleció. SabĆamos que al nacer iba a tener algunos problemas en las articulaciones, pero nunca nos dijeron que esto podrĆa provocar la muerte. En una ecografĆa de rutina escuchamos junto con mi esposo las palabras que rompieron nuestros corazones para siempre: āno hay latidosā.
En ese momento entramos en shock. Recuerdo haber orado antes de entrar y declarar sanidad en la vida de mi hija, pero no fue asĆ; recibĆ un NO como respuesta de Dios.
En el 2021, luego de hacer estudios para descartar que esta situación se repitiera, quedamos embarazados y esperĆ”bamos a BenjamĆn. El embarazo transcurrĆa bien y descartaron la enfermedad que habĆa tenido mi hija. Llegamos a los 7 meses de embarazo y de un dĆa para el otro, luego de una ecografĆa, nos informaron que Benja tenĆa la misma enfermedad que Emma. AutomĆ”ticamente mi mente lo asoció con la muerte. En una semana me hicieron muchos estudios y decidĆ ir a Argentina para consultar con otros mĆ©dicos.
Oramos con mucha fe, pero los diagnósticos no eran alentadores. Se acercaba la fecha de nacimiento y nos dijeron que las probabilidades de vida para Benja eran muy pocas, y que, si sobrevivĆa, sufrirĆa muchĆsimo. Yo no dejĆ© de creer en los milagros, pero sĆ hice una oración a la que llamo āoración de sacrificioā. AllĆ le dije a Dios: āSeƱor yo amo a mi hijo, pero si Ć©l va a sufrir, prefiero sufrir yo como mamĆ” por su ausencia y que Ć©l no tenga dolorā.
Llegó el dĆa de su nacimiento, vivió 2 horas, pero una vez mĆ”s la voluntad de Dios fue que nuestro hijo no viviera.
Ese dĆa no solo murió mi hijo, sino que murió mi esperanza, mi fe, mi confianza. Me sentĆ abandonada por Dios, me desilusionĆ© y lleguĆ© a dudar de su existencia.
Pasaron tres meses de no hablar con Dios, de no agradecer, de estar enojada y sin motivos para seguir. Entonces, una vez mĆ”s me vi enfrentada con la enfermedad y la muerte, pero esta vez de mi papĆ” (Mayor David Barrios). Esto me llevó a volver mi corazón a Dios, a pedirle perdón. En ese momento le dije a Dios: āQuiero conocerteā. PrometĆ nunca mĆ”s alejarme de Ćl, sin importar cuĆ”l fuese su respuesta sobre la salud de mi papĆ”. Fueron veintitrĆ©s dĆas de oración, ayuno y agonĆa junto a mi mamĆ”, y nuevamente la respuesta de Dios fue NO.
Hoy entiendo que en el camino de la fe hay crisis y que parte de la fe es aceptar la voluntad de Dios; es decir, no se harĆ” lo que yo diga, sino lo que mi Padre Celestial considere mejor para mĆ.
EntendĆ que Dios estuvo guardando mi vida en todo momento, y conocĆ el poder restaurador y consolador del EspĆritu Santo. Le pedĆ un nuevo corazón y hoy puedo llevar un mensaje de esperanza para tanta gente que sufre igual que yo.
DƔmaris Barrios









Estilo de vida
Es Para Locos

āLa palabra puede expresar el ser del sujeto, pero hasta cierto punto, nunca lo lograā - Jacques Lacan
En los comienzos del psicoanĆ”lisis, se hizo mucho Ć©nfasis a la palabra, es decir a escuchar aquello que el sujeto llevaba a consulta. De hecho, los comienzos psicoanalĆticos fueron bien particulares, en donde el Dr. Freud invitaba a sus pacientes a hablar de lo que se les ocurriera en ese momento, la consigna era: āDiga cualquier cosa, lo primero que se le venga a la cabezaā.
Esto nació gracias a la seƱora Emmy Von N. quien era atendida por Freud y que, en una de sus entrevistas, reclamó a viva voz que la deje hablar, cortando asĆ las intervenciones directas que Freud tenĆa con ella. Fue entonces que surgió esta peculiar forma de trabajo terapĆ©utico en el consultorio, escuchando lo que aqueja al paciente. El doctor la entendió y cambió rotundamente su metodologĆa de trabajo a partir de ahĆ.
A medida que la terapia psicoanalĆtica ganaba lugar, el trabajo con la palabra se hacĆa mĆ”s conocido en el medio. Muchos optaban por hablar y encontrar solución a sus problemas y otros optaban por tipos de intervenciones diferentes.
Hasta acÔ surge una cuestión: ¿Cómo es posible que exista cura a ciertos problemas con sólo emitir palabras, con tan sólo hablar?
āHablar liberaā, āHablar hace que te quites el peso de encimaā, āLa atención que recibo cuando me escucha, es Ćŗnicaā (ā¦). Estas son algunas de las frases que se escuchan cuando alguien ādescargaā sus emociones con un amigo/a o, en su defecto, con un profesional de salud mental.
El psicoanĆ”lisis constituye un espacio privilegiado para el estudio de la palabra; ella es protagonista en la cura. Se trabaja con la palabra, con la palabra del paciente y la palabra del psicoanalista. Se habla y se escucha. En su sentido mĆ”s puro, el psicoanĆ”lisis es āpalabra puraā.
¿Van a psicoterapia/anÔlisis/terapia solamente los que estÔn locos?
En su libro āTodo el mundo es locoā, el psicoanalista J. A. Miller propone algo interesante respecto a la concepción de locura y ānormalidadā. Asegura que la locura es consustancial a la condición humana, pero distingue la locura de todo el mundo de la locura de uno solo. Es decir, un modo brillante de no olvidar que dentro de la locura universal existe tambiĆ©n la singularidad del psicótico, que es otra cosa, aunque forme parte de la familia del universal. PodrĆamos decir que cada uno desde su singularidad es un ser esplendoroso, con muchas habilidades que otro no tendrĆa.
Para Freud el arquetipo humano fue el neurótico, el sujeto que mejor encarna el descubrimiento del inconsciente, aquel que respeta las normas y que rige su vida en base a las costumbres comunes de la sociedad, o no, pero que tiene conocimientos de la ley.
Entonces, ¿Quiénes van a terapia? El pensamiento colectivo dirÔ que la terapia es para locos y que cada uno es hÔbil para controlar sus emociones, sentimientos y problemas. También existe el pensamiento que, si uno habla con un amigo, las penas y problemas se van.
Dentro de la iglesia existen camaradas que padecen problemas emocionales, y por supuesto la confianza y entrega que se le hace a Dios es efectiva y la mejor que se puede hacer. Es lo primero que deberĆa pasar cuando alguien presenta una dificultad emocional o de cualquier Ćndole: entregarlas a las manos del Padre.
En algunos casos, es evidente que ese camarada, hermano, amigo en Cristo necesita de un sustento diferente, ademÔs de recibir palabras de Ônimo, escucha y oración.
El ser humano carga una vida muy pesada sobre sus hombros; digo carga, porque en la mayorĆa de los casos es asĆ. Literalmente transporta de un lado a otro la vida que le impusieron, los sueƱos que le marcaron y la profesión que eligieron por Ć©l o ella. Llegando al punto de decir, āĀæQuĆ© hago? ĀæPor quĆ© no disfruto lo que hago? Siempre me pasa lo mismo, no puedo pararā. En fin, muchas formas de queja que se convierten en angustia, depresión o simplemente un sentimiento que no se puede entender ni explicar al momento de poner en palabras.
Obtener el bienestar social, ya se torna difĆcil y pensar en bienestar emocional personal, en algunos casos es aĆŗn mĆ”s; no se encuentra satisfacción con lo que se hace, nada es suficiente y se necesita mĆ”s para estar bien o para tener una vida acorde a los demĆ”s, socialmente hablando. Hay un empuje a estar todo el tiempo mejor que el otro y la competencia puede ser un paralelismo interminable en donde no se encuentre un punto de satisfacción o plenitud.
Es ahà en donde el ser humano encuentra la falla, reconoce esa marca y da cuenta que hay algo que no funciona y, ademÔs, le hace mal y/o no le deja avanzar. Estos pueden ser motivos para consultar con un profesional y encaminar, de a poco, todas esas falencias.
La experiencia no puede ser igual para todos, sin embargo, sĆ se podrĆa asegurar que al depositar ese agujero problemĆ”tico que no deja avanzar al sujeto, en manos de un profesional, los cambios podrĆan venir paulatinamente y la estabilidad consigo. No hablo de un chasquido de dedos y de una solución en segundos, hablo de un espacio de contención y escucha, en donde la persona podrĆ” encontrar tranquilidad al exponer aquello que no funciona y que le hace padecer angustias, problemas, repeticiones, etc.
Desde el psicoanĆ”lisis podemos postular a esta falla como el sĆntoma, aquello que no puede caminar juntamente con la persona porque no le deja avanzar. Eso que no anda bien y que no funciona.
Manejar o reencausar el sĆntoma serĆ” trabajo del profesional, sin embargo, la estabilidad y el control de sĆ, podrĆ”n estar con el paciente poco a poco.
La psicoterapia/anÔlisis/terapia, no es para todos, pero sà para muchos y también para ellos.
Referencias bibliogrƔficas:
Lacan, J., El Seminario de Jacques Lacan: Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Buenos Aires, 1981, 25, 380.
Miller, J. A., Todo el mundo es loco, Paidós, Buenos Aires, 2015
Entrevista - Gustavo Dessal:
https://www.youtube.com/watch?v=Q7-eEBUCZrs&t=19s

Lic. Herlan Bravo - Psicólogo ClĆnico

Temas de familia
Resolución de Conflictos
Parte 2

Como vimos en la edición anterior, los conflictos generan todo tipo de pensamientos y reacciones. No todas ellas son positivas, y dependiendo de cada persona, algunas provocan un impacto mÔs negativo en los demÔs y en las relaciones que otras.
Por eso es necesario hablar de estos temas y aprender nuevas formas de enfrentar los conflictos que se presenten, porque aparecerÔn - no hay familia en la que no haya algún tipo de conflicto.
Dicho esto, vamos a ver dos aspectos para tener en cuenta si tenemos el deseo de resolver los conflictos. El primero tiene que ver con todo aquello que no favorece la resolución de estos. El segundo, con las actitudes que contribuyen a encontrar soluciones cuando aparecen los conflictos.
¿CuÔles son las actitudes negativas que debo evitar?
Si pensamos en nuestras reacciones ante los conflictos, veremos que pueden producir consecuencias positivas o negativas. Hay un modo inapropiado de buscar resolverlos, un modo injusto, que puede provocar situaciones de violencia y tambiĆ©n malestar e intranquilidad familiar. Por ejemplo: actuar faltando a los valores, usando la fuerza, marginando y dominando al otro, siendo egoĆsta al buscar intereses propios Ćŗnicamente, o mintiendo. La consecuencia de esto son relaciones debilitadas.
Algunas formas que no llegan a resolver el conflicto:
Competir o imponer: Es donde cada uno piensa en sus intereses y no cede su postura.
Evitar: Se trata de ignorar el conflicto. El conflicto queda latente, una parte se retira, claudica y cede, sin resolverlo.
Negar: repudio inconsciente de la existencia del conflicto. La negación se da cuando una de las partes se siente impotente para llegar a la solución.
Algunas reacciones que estas formas provocan son: gritos, violencia, abandono del lugar de conflicto, silencio, preferencia de no tocar el tema, burlas minimizando la situación, exigencia de no ser molestado, exigencia de una disculpa, etc.
Hay otra forma que tambiƩn es muy frecuente, especialmente en el medio familiar: culpar al otro, sin reconocer que ambas partes tienen que ver en el conflicto. A esto podemos referirnos mƔs ampliamente, ya que se trata de ser humildes, aceptar y estar dispuestos a conversar sobre nuestra parte en el conflicto.
Mantenernos erguidos y soberbios nos hace perder relaciones importantes; muchas veces nos tornamos inflexibles. En los versĆculos 3-5 de Mateo 7, se ve de manera clara que con rapidez juzgamos la paja en el ojo del otro sin tomar en cuenta nuestra viga, que estĆ” en nuestro propio ojo.
Comencemos por nosotros mismos. Antes de condenar, culpar, acusar, o atacar, reflexionemos sobre nuestra parte en la situación de conflicto. De lo contrario, nos alejaremos de los que realmente amamos y de lo que queremos lograr para que nuestros seres queridos estén felices.
Es importante destacar que reconocer y aceptar nuestra parte no quiere decir que no seremos valorados y respetados. Por el contrario, los conflictos se pueden resolver teniendo bien en claro el lugar de cada uno y los lĆmites que no se deben pasar.
Por eso, hoy es un dĆa para pensar en nuestras reacciones, para que reflexionemos sobre nuestras posturas inflexibles que, en vez de unir, desparraman. La buena noticia es que Dios nos puede ayudar, puede cambiar nuestro corazón, y puede hacernos cada vez mĆ”s conscientes de nuestras acciones inapropiadas.
¿CuÔles son las actitudes positivas que debo procurar?
Los conflictos tienen una manera positiva de ser enfrentados, una solución pacĆfica que, en definitiva, es lo que Dios nos llama a hacer: ābuscar la paz con todosā. Y para esto hay un modo adecuado. Respetar y practicar los valores como la tolerancia, el respeto mutuo, la cooperación, la justicia, el diĆ”logo, harĆ”n que nuestras relaciones se vean fortalecidas. Si prestamos atención y los ponemos en prĆ”ctica, estos producirĆ”n paz, tranquilidad y bienestar familiar.
Las formas adecuadas que ayudan a resolver los conflictos son:
Conciliación: Es una forma de negociar, de encontrar un punto medio. Se satisfacen ambas partes, y cada uno reconoce lo mÔs significante.
Colaboración: Todos se esfuerzan, hablan sin herirse (lo importante es solucionar el conflicto, no buscar quién tiene la razón). Cada uno hace su mejor esfuerzo, explorando las diferentes alternativas que aseguran la solución de manera definitiva.
Algunas reacciones que estas formas provocan son:
⢠Las partes actúan cooperativamente;
⢠Ponen el acento en el futuro;
⢠Tienen en cuenta los intereses y necesidades recĆprocas;
⢠La decisión es diseñada entre todos;
⢠Conducen a una resolución posible: GANAR ā GANAR. Es decir, LAS DOS PARTES GANAN.
Como cristianos, sabemos que las personas que han sido heridas tal vez reaccionen de manera defensiva; muchas veces perdemos de vista esta parte. Cuando dialogamos, debemos comprender al otro y su punto de vista. Dios nos invita a prestar oĆdo, a escuchar a la otra parte, a entender cuĆ”les son sus necesidades, por quĆ© razón llega a un conflicto.
Si se logra generar ese ambiente de cooperación, seguramente el conflicto se desdibujarĆ” al poner a las personas antes que a la lucha por los intereses propios. De esta manera aprendemos a estar atentos a su manera de expresarse, sus gestos, sus circunstancias y tambiĆ©n sus reclamos. Tal vez asĆ, al entendernos mutuamente, surgirĆ”n las mejores alternativas.
Recordemos que un conflicto es una oportunidad para de crecer y madurar. De esa manera nos edificamos los unos a los otros, en el amor de JesĆŗs.
Basado en el material de ISFI-Resolución de Conflictos

Noticias
Verano = Campamentos

El campamento de verano es una gran oportunidad para que los niƱos disfruten al aire libre, aprendan nuevas habilidades, nuevas canciones y desarrollen su sociabilidad.
”Y los niños sà que la pasaron bien! Estuvieron de campamento en donde pudieron disfrutar de un tiempo de pileta, juegos, lecciones y amistad.
Damos gracias a Dios por los diferentes campamentos que realizaron los siguientes Cuerpos: CapiatÔ, Posadas, Resistencia, Santiago del Estero, Sante Fe, Concordia, Charata, Trelew, Mendoza, Salto Nuevo, La Unión, Colegiales, Bariloche, San Lorenzo y Viñas Cué.













Noticias
Instituto Territorial de MĆŗsica

ITM 2023 - āAbundanteā
Desde el 03 al 12 de febrero mĆŗsicos del Territorio se reunieron en el predio del Patronado de la Infancia, localidad de BenavĆdez, Provincia de Buenos Aires, con la intención de perfeccionarse en la mĆŗsica y artes creativas.
AdemÔs del equipo de liderazgo local, contamos con la participación especial del equipo del Territorio Sur de EE.UU. compuesto por, Christi Wans, Morgan Teachey y Chase Teachey.
Fueron diez dĆas increĆbles, donde cada mĆŗsico recibió capacitación musical y artĆstica, pero tambiĆ©n hubo tiempo para relajarse, jugar y, sobre todo, reuniones para conectar con JesĆŗs.
Dentro del programa final tuvimos un momento especial y emotivo, se entregaron unas placas de reconocimiento a aquellos que iniciaron esta hermosa aventura.
Como broche de oro, se otorgaron cinco becas nacionales y una beca internacional.
Agradecemos a todos los que hicieron posible el regreso del ITM.


















